Escribe:Mario Grandón Castro
Este 27 de septiembre, se recuerda el Día Internacional del Turismo y en este plano queremos, como medio de comunicación, señalar que sin lugar a dudas que Collipulli, esta ciudad, tercera en importancia en la provincia de Malleco, tiene como tantas otras, lugares de esparcimiento y atracción turística, que no tienen nada que envidiarle a otras, que desde hace muchos años ya, han confiado una parte de su desarrollo y progreso en la industria sin chimeneas.
Recorrer la ruta hacia Pemehue, ya es un polo de atracción, llegar hasta el valle mismo y cordillera, ya nos trasladamos al mundo maravilloso que nos ofrece nuestra naturaleza; lamentablemente el camino no está en buenas condiciones; entrar a la Reserva Forestal Malleco, la más antigua de Latinoamérica, es entrar también a ese mundo de tranquilidad que la madre natura nos brinda.
Más cerca de la ciudad, a menos de un kilómetro de la plaza principal, está la “collera” más famosa de Chile, construidas en acero y hormigón; ambas estructuras con un casi siglo de diferencia, son los atractivos y puerta de entrada a la zona, a la región del turismo, a la Araucanía.
Ambas obras inauguradas por dos presidentes que tuvieron un trágico fin; José Manuel Balmaceda en octubre de 1890 y Salvador Allende, marzo de 1973.
En Collipulli una parte importante de su historia está sentada en nuestros edificios patrimoniales Viaducto del Malleco, Convento franciscano San Leonardo y la casona que hasta hace algunos años albergó a la Municipalidad, en donde funcionó por 90 años y en donde se cimentó el progreso y desarrollo de la comuna.
Parte de su historia está también en el Museo Particular Radio Viaducto, en donde se guardan celosamente reliquias fotográficas, elementos y utensilios usados en los albores de la Patria y de la ciudad.
Se conserva allí la rica historia de esta comuna, nacida en la época en que Chile crecía al sur y en donde fueron asentados colonos, reduciendo a nuestra bravía raza.
Cerca de la ciudad también descubrimos túneles o cuevas que alguien construyó y cuya profundidad en dimensiones no ha sido medida; cuentan que allí, junto al estero Aguas Plomas, se guarnecían las tropas que llegaron a ocupar este territorio indígena, son conocidas como las Cuevas de Brujas.
La gran industria que movió la zona, moliendo el trigo que dio origen a la blanca harina, y que en principio generó la energía eléctrica para la naciente ciudad, ya no existe… mejor dicho se transformó y hoy procesa la avena.
Collipulli desde hace algún tiempo ha iniciado el proceso de mirar hacia el turismo, espera no solo el apoyo de las autoridades, sino que el de todos para coronar con éxito una misión, que se puede alcanzar, que no está lejos.
El turismo natural en Collipulli espera, los collipullenses quieren, no solo mirar hacia el verdor de bosques y plantaciones exóticas, quieren volver un poco a disfrutar del brillo amarillento de sementeras y de las aguas cantarinas de sus ríos y arroyos, y con férrea oposición que estas cristalinas aguas, del Renaico, el Mininco y el Malleco, sean intervenidas por la mano del hombre.
Destacando las fuentes turísticas que significan Las alfareras de Piutril Sana Ema y los grandiosos saltos de Caillín y Chancagua.
En el Día Internacional del Turismo, nuestro saludo a quienes laboran en este importante rubro del quehacer económico de la ciudad, hacemos votos también para que las promesas y proyectos del plano turístico en Collipulli, se hagan realidad, pues tenemos material y lugares de sobra.