Benjamín Toledo Barra arriesga 15 años y un día de cárcel.
Culpable. Esa fue la decisión que se emitió, durante la jornada de este viernes 6 de octubre, en un segundo oral en contra de Benjamín Toledo Barra, por la comisión de tres delitos de homicidio con dolo eventual y once delitos de lesiones graves por los hechos ocurridos, el pasado 4 de octubre de 2019, cuando, en la ruta que une Victoria y Curacautín, en el que transportaba a estudiantes del Liceo Agrícola de Perquenco a Malalcahuello, en una actividad organizada por INJUV.
En la tragedia fallecieron escolares menores de edad Yazminne Verónica Córdova Zapata, Benjamín Emanuel Álvarez Cifuentes y Marcela Vanesa Garrido Ñanco, mientras que otros 34 resultaron con lesiones, once de ellos de carácter grave.
En un primer juicio realizado en noviembre de 2022 Toledo Barra fue sentenciado por la figura de cuasidelito de homicidio y lesiones a 817 días de reclusión, con pena remitida.
Sin embargo, la Fiscalía recurrió de nulidad por estimar que su conducta era más que una mera imprudencia o negligencia y logró anular la sentencia y llegar a un nuevo juicio, que terminó ese viernes con el dictamen de un nuevo veredicto condenatorio, pero por los delitos de homicidio y lesiones, por los cuales el fiscal Iván Isla está pidiendo una pena de 15 años y un día de presidio.
El persecutor jefe de Curacautín manifestó que el condenado, pese a ser un conductor profesional, condujo el bus sin conocerlo previamente y lo hizo a exceso de velocidad, pese a las deficientes condiciones de la máquina, la cual tenía las bandas de sus neumáticos lisas, no contaba con todos sus cinturones de seguridad y, lo que es más grave, mantenía su velocímetro en mal estado. De hecho, en el juicio el acusado reconoció que calculaba la velocidad “de oído”.
“En estas condiciones —aseguró el fiscal Isla— la Fiscalía estimó que un conductor profesional no puede llegar a desempeñarse en la conducción de un bus, transportando a escolares, a exceso de velocidad, en una zona tan compleja como el camino Victoria y Curacautín y haciéndolo aún más con el velocímetro en mal estado. Él podía representarse la posibilidad de ocasionar un accidente con resultados graves, pero no obstante ello continuó con esta conducción, sin dar aviso de esas anomalías y asumiendo por tanto la responsabilidad de lo que pudiera acontecer”.
Asimismo dijo en el juicio que los escolares que sobrevivieron declararon que algunos de los niños pidieron al chofer que disminuyera la velocidad.
La lectura de sentencia en la que el tribunal comunicará la pena que deberá cumplir, fue fijada para el próximo miércoles 11 de octubre, a las 13:00 horas.